Este artículo contiene spoilers sobre la trama de la película
Llevaba dos años deseando ver esta película desde que estuvo nominada a Mejor Película en los Premios Óscar en 2021, candidatura que no logró pero cuya derrota se vio endulzada por un reconocimiento como Mejor Guión Original en esos mismos galardones.
Estrenada en Estados Unidos en diciembre de 2020 y dirigida por Emerald Fennell, Una joven prometedora es un desgarrador relato sobre la venganza que mezcla toques claramente inspirados por otras cintas de culto como Kill Bill o Joker. Nos cuenta la historia de Cassie, interpretada por una siempre magnífica Carey Mulligan (a quien también habéis visto en El Gran Gatsby por ejemplo), que deambula por bares nocturnos fingiendo estar muy borracha o drogada para que "un buen chico" la ayude en una misión que termina siempre de la misma forma: el hombre la lleva a su casa y abusa de ella (o lo intenta) cuando claramente ella tiene sus capacidades mermadas por la bebida o la droga. Pero antes de que este horror suceda, Cassie renace como el Ave Fénix y les da una lección. No los hiere, no se pone a su mismo nivel.
Sin duda este comportamiento tiene un oscuro pasado que lo justifica: la mejor amiga de Cassie, Nina Fisher, ha perdido la vida (sobreentendemos que por suicido) después de haber sido violada en grupo sin lograr justicia. Es este terrible acontecimiento el que se oculta tras los hechos de Cassie, que busca vengar a su amiga dando lecciones a quienes la ignoraron: otra amiga que lo negó, la rectora de la universidad o el abogado del joven que propició la violación.
Hasta aquí la película tiene un ritmo incluso lento a momentos. Resulta que mientras Cassie continúa con su misión, se reencuentra con Ryan, un excompañero de la universidad que es aparentemente distinto a los otros hombres con quienes se ha relacionado últimamente. Sin embargo, no tardamos en descubrir la participación de Ryan en lo acontecido con Nina (¡qué decepción!) y el desenlace del film se aproxima y se acelera frenéticamente.
Cassie decide ir a la despedida de soltero de Al Monroe, el chico que violó a su amiga, el principal culpable. Sí, estáis pensando bien: el típico chico popular, con un buen trabajo y que se va a casar con una chica preciosa. Míralo, qué afortunado. Nuestra protagonista, la que hasta ahora nos parecía tan fuerte, tan poderosa, acude a esa cabaña en el bosque llena de hombres. Cuenta este momento concreto con un plano que me produjo un pensamiento "madre mía, a mí me daría miedo". Fue un pensamiento fugaz e imprevisto pero que sin duda intentaba avisarme de lo que venía a continuación.
Tras un momento en el que parece que Cassie sigue siendo nuestra superheroína, con el villano esposado al cabecero de la cama, termina siendo víctima por asfixia, una secuencia que dura apenas unos 2 minutos pero que parece eterna. El espectador siente que la película ha dejado de ser ficción y sabe amargamente a realidad. Y es que ha tenido la inocencia de creer que una mujer en una casa llena de hombres borrachos y drogados aún tenía el poder. Hemos confiado en que saldría bien: Cassie conseguiría encarcelar a los culpables. Y sí, lo consigue gracias a una grabación de la violación de Nina, pero le ha costado la muerte. Una muerte además de las más indignas, cuando te conviertes en un montón de huesos perdidos en la montaña porque te han quemado.
Termina la cinta con un muy amargo "The end" que nos recuerda todo por lo que tenemos que seguir luchando. Porque da mucho miedo pensar que no importas nada, que alguien puede quitarte de enmedio como si nunca hubieses estado ahí.
Os recomiendo que veáis la película vosotros y vosotras mismas pero preparaos. ¡Nos vemos pronto!
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