Con su espectáculo "Origen", el prestidigitador conquistó al público de la Laboral
Si por algo es conocido el mago #Yunke es por su #magia de grandes dimensiones. Una habilidad que no sólo le ha convertido en uno de los #magos más famosos de España sino que se ha situado en el top tres de los mejores espectáculos de este tipo que el equipo de #SéptimoArteVital ha podido disfrutar.
Puede que algunos lo reconozcáis por sus colaboraciones en el programa de Atresmedia "El Hormiguero", donde el ilusionista ha sorprendido a más de un celebrity. Con trucos que no dejan indiferente a ningún espectador, Yunke abría su espectáculo en Gijón lanzando un cuchillo al aire, con la increíble hazaña de capturar una sola carta: la elegida previamente. La tarde no hacía más que empezar.
Una hora y diez de espectáculo (aproximadamente) que transcurrió en un abrir y cerrar de ojos de esos que tienes que evitar en estos shows. Si parpadeas, te lo pierdes. Salvo, claro está, que seas tú quien hace el truco. Y ahora es cuando me toca contaros, con una sonrisa boba en la cara, que Yunke nos escogió para realizar uno de los trucos sobre el escenario. Sí, a los dos, y sí, ante los cientos de espectadores que llenaban el Teatro de la Laboral.
No os puedo explicar con palabras lo nerviosa que estaba. El calor de los focos, ver el teatro repleto ante mí, escuchar los aplausos. No me extraña que los artistas digan que "el escenario engancha". Es pura adrenalina.
No me gustaría haceros mucho #spoiler del espectáculo porque creo que en este tipo de #shows lo bonito e interesante es dejarte sorprender. Y cómo no, si hablamos de magia, "dejarte engañar". Eso sí, no dediquéis todo el tiempo a intentar "resolver" los trucos. Lo bonito de la magia es su falta de sentido. Es reírte en mirada cómplice con tu acompañante y decir "¿Qué acaba de pasar?".
Para "mojarme" solo un poquito, destacaría el truco de "El hombre de Vitruvio", una ilusión óptica a la cual todavía no le he encontrado el sentido.
Tendréis que verlo para entenderlo, o quizás, sólo para creerlo.
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