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El Hoyo. Un film de excesos.

  • Foto del escritor: Covadonga Gil
    Covadonga Gil
  • 3 abr 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 10 ene

En pleno confinamiento por el #COVID19, he decidido dedicar este post a uno de los últimos estrenos de #Netflix: El Hoyo.


Número 1 en Netflix EE.UU, Premio a Mejor Película en el Festival de Sitges y Premio Goya a Mejores Efectos Especiales, la ópera prima de Galder Gaztelu-Urrutia es toda una crítica al injusto reparto de la riqueza.


La película es un relato de ciencia ficción en el que el protagonista (Iván Massagué) se encuentra encerrado en "El Hoyo", una especie de prisión vertical organizada por niveles. En cada estadio, dos internos comparten la comida que baja en una plataforma de forma escalonada. Su único cometido es comer. Ojalá fuese tan sencillo. La plataforma desciende desde el nivel 0 hasta los niveles inferiores y, desgraciadamente, no toda la comida llega al final del recorrido por el egoísmo de los internos.



No os voy a engañar: tengo un conflicto interno con esta película. La idea que hay detrás y el mensaje que pretende dar me encantan pero no me convence a nivel estilístico y visual.


El capitalismo nos ha convertido en lobos que solamente buscan un falsa sensación de satisfacción que nos resulta inalcanzable.

Si disfrutáis con el género gore, "El Hoyo" tiene los ingredientes necesarios para ser un éxito: sangre a tutiplén, canibalismo, defecaciones, agresiones a humanos y animales...Sin embargo, si sois sensibles o de estómago débil, quizás prefiráis otra cinta para pasar la tarde ( Os he dejado algunos títulos para esta #cuarentena en post anteriores). Sí quería destacar la actuación de Iván Massagué, que consigue emocionarte y sentir su terror en tus carnes.


Respecto al #desenlace, que tanta cola ha traído, reconozco que me ha sabido a poco. Esperaba poder visualizar cómo la niña alcanzaba el inicio del Hoyo, aunque el director ha querido dejar el final a la imaginación del espectador. Existen algunas imágenes en las cuales se ve como los camareros encargados de preparar la comida, reciben la panacotta en perfecto estado y son reprendidos por el jefe de cocinas. ¿Significa eso que recibieron el mensaje?


A continuación, os comparto lo que para mí ha significado el final:


La niña no existe. Nuestro protagonista fallece solo tumbado en la plataforma después de devorar a su compañero de color. Una vez en el final del recorrido, como si fuese el descenso a los infiernos, se entrega a su destino: vagar para siempre en la oscuridad acompañado de sus propios demonios. La niña es fruto de su imaginación, su último atisbo de esperanza y el poco sentido común que aún le queda. Por eso la niña (su inocencia) debe subir pero él no. Él ha sucumbido a la maldad y a las perversiones del "Hoyo". Lo poco puro que aún reside en él, escapa de ese infierno.


Espero que esta breve reseña os haya resultado de interés. ¿Qué interpretáis vosotros del final del Hoyo? ¡Os leo en comentarios!


Gracias por leer Séptimo Arte Vital


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